Hace un año nos enfrentábamos a algo desconocido e inquietante. Las noticias de la pandemia y sus consecuencias estaban cada vez más cerca. Finalmente, a mediados de marzo entramos en un mundo diferente: la nueva realidad. Una realidad en la que todavía nos encontramos y en la que seguramente nos quedemos, al menos en gran parte.
Institut Nòrdic, como todas las academias de idiomas, tenía que reaccionar rápido y reorganizarse para afrontar esta nueva realidad. De un día para otro, la enseñanza presencial dejó de ser posible y la única forma de poder continuar dando clases era hacerlo online.
Para nosotros, el cambio de las clases presenciales al mundo online ocurrió sin grandes contratiempos. Ya teníamos un par de cursos de sueco funcionando a distancia, por lo que la transformación del resto de grupos no era un salto a lo desconocido, sino más bien una transición suave de los profesores y los alumnos a la situación en la que nos veíamos obligados a estar por la pandemia. Los cursos continuaron así sin perder ni una clase.
Ya antes de la pandemia habíamos intuido que en el futuro los cursos online iban a ser parte importante del funcionamiento de Institut Nòrdic, pero en la nueva realidad lo veíamos aún más claro. Empezamos a enfocarnos en el desarrollo de las clases online para que fueran una alternativa igual de válida, o incluso más, que las clases presenciales.
Pusimos en práctica todos nuestros conocimientos para adecuarnos a los nuevos tiempos: adaptamos la pedagogía a las clases online, creamos un sistema de evaluación continua, ideamos una nueva forma de hacer las pruebas de evaluación, escogimos la mejor tecnología para los grupos a distancia, empezamos a usar más material digital y a afinar todos los detalles necesarios para que las clases funcionasen a la perfección. Y no fue en vano el trabajo. Todo lo contrario.
Ahora, un año después, podemos decir que hemos logrado dar el salto de una academia local a una academia que ya no tiene límites físicos. Tenemos alumnos en toda España, en todos los países nórdicos y en gran parte de los países latinoamericanos. Estamos ubicados en un mundo global en el que hace tiempo que queríamos estar: dando clases a todos independientemente de dónde vivan.
Pero el cambio que hemos hecho no hubiera sido posible sin la confianza que han depositado en nosotros nuestros alumnos. Gran parte de ellos ha continuado los estudios a pesar del cambio a la modalidad online y, además, tenemos más alumnos en los cursos de iniciación de los que nunca antes habíamos tenido, lo que nos da mucha seguridad en esta nueva realidad. En el futuro continuaremos apostando fuerte por los cursos online, para garantizar que todos los que lo deseen puedan aprender noruego, danés, finés e islandés con nosotros.