Núria Valldosera, fisioterapeuta en Helsinki: «Sinceramente pensaba que era imposible»

Una de las cosas que más le ha sorprendido a Núria de Finlandia, es ver el mar congelarse. Detrás de ella, el puerto deportivo en su estado invernal.

Le aceptaron en un curso de integración cuyas condiciones le parecen realmente buenas. Lleva ya más de un año estudiando finés con mucha aplicación y quiere trabajar de lo suyo cuanto antes. Está feliz en el norte.

Por Hannu Arvio.

Entrevista realizada por videoconferencia.

Estás en Lauttasaari en Helsinki, está nevando fuera, y parece que estás muy contenta. ¿Cómo puede ser que una tarraconense, que en Tarragona nunca nieva, se vaya a Finlandia y tenga una cara tan contenta ahora, con tanta nieve?

La verdad es que me gusta mucho la nieve. Desde los 5 años voy a esquiar, ya sea en los Pirineos o en Andorra. El hecho de que esté nevando justo fuera de mi casa es como «jo, qué bien, no tengo que desplazarme para poder disfrutar de la nieve». Así que realmente, cuanto más nieva, más me gusta. 

¿Cómo ves Finlandia funcionando con tanta nieve? 

Muy bien. Me impacta porque hace poco nevó en Madrid y fue como si hubiese sido una revolución, aquí nieva y no pasa nada. Cada día pasan para ir quitando un poquito la nieve, y te encuentras las calles perfectamente adecuadas para poder caminar sin ningún problema. Es verdad que si está nevando hay mucha nieve, pero todo funciona con normalidad y no hay ningún problema. 

¿Pasas frío? 

No, para nada. Aquí todo funciona  con calefacción central y en todo el edificio hace calor. Ahora voy en manga corta, salgo a las escaleras y voy en manga corta, incluso donde tenemos las bicicletas también hay calefacción, no pasamos nada de frío. Es verdad que fuera hace frío, pero como ya lo sabes, te tapas bien y ya está. Sí que puedes tener un poco de frío en la cara cuando te toca la nieve o el viento. Pero este invierno que bajé a Tarragona dos semanas, pasé más frío en Tarragona que aquí. 

Explícame cómo acabaste en Finlandia.

Pues fue hace poco menos de un año, en febrero de 2020, que a mí pareja le dieron un doctorado y tenía que venir aquí a principios de verano. Con el tema del COVID  todo se aceleró y al final empezó el doctorado en marzo, justo en plena pandemia. Como él tenía que estar aquí entre 4 y 5 años, y el país le estaba gustando, en septiembre decidí mudarme también y probar esta experiencia. Y la verdad es que llevo muy poco tiempo, cuatro meses, pero he visto solo la parte del invierno, que es la parte más oscura, la que menos le gusta a la gente, y realmente me está gustando mucho. Tengo ganas de ver también en verano cómo funciona este país. Pero estoy muy contenta. Es verdad que aún no estoy trabajando, estoy estudiando el idioma, pero bueno, estoy muy contenta. 

¿A qué te dedicas?

Yo soy fisioterapeuta y en el trabajo del ámbito de la salud no puedes trabajar de lo tuyo hasta que no tengas cierto nivel de uno de los dos idiomas oficiales, que son el sueco y el finés, así que de momento estoy en esto. Estoy estudiando finés para poder aprobar el examen y poder trabajar de lo mío. 

Núria estudiando finés en su apartamento en Helsinki.

Explica un poco cómo es el camino con el idioma. Qué es lo que tienes que hacer y qué te han ofrecido para eso. Y quién te ofrece eso. 

Empecé estudiando el idioma cuando estaba en Barcelona, y cuando llegué aquí hice dos cursos intensivos. En Barcelona conseguí un nivel A1 y en estos dos cursos hice un A2. Una vez terminé esto, nos comentaron que el siguiente curso empezaba ahora a finales de este mes y que con el tema del COVID no había más cursos. Así que empecé a estudiar por mi cuenta. Aquí hay quedadas para practicar el idioma, fui a una y allí conocí a una chica que también es española que me comentó que TE-palvelut, las oficinas de empleo, ofrecen programas para inmigrantes para que puedan conseguir un trabajo de lo que ellos han estudiado. Envié la solicitud y tuve la suerte de que me cogieron porque tenía el número de identidad finlandés. 

Me apunté a finales de noviembre. Tuve que enviar un montón de papeles para ver si cumplía o no los requisitos para entrar, porque si estás trabajando o estudiando no puedes acceder. Lo que hicieron fue ponerme un tutor y este tutor me guía durante este año. Hay dos etapas del programa. En la primera etapa como soy del sector de la salud y necesito cierto nivel de finés, estaré unos seis meses con ellos atendiendo a clases hasta que tenga el nivel suficiente para hacer el examen. Aparte de esto, el tutor me está ayudando a convalidar el título de la universidad y cualquier duda que tenga mientras esté en el programa se la puedo preguntar. Después de estos seis meses, te ponen unas prácticas de lo tuyo. En mi caso, que soy fisioterapeuta, me comentaron que me intentarían poner unas prácticas o en un hospital o en un centro privado, a poder ser ambos, para conocer un poquito cómo funciona la fisioterapia en este país. También me comentaron que hay cursos especializados en la profesión para aprender vocabulario específico y que a partir de ahí, ellos intentarían buscarme entrevistas para conseguir trabajo. Una vez que terminas estos seis meses de clases y seis meses de prácticas, te evalúan y pueden alargar un poquito más este período. Aquí ya no sé cómo funciona porque no he llegado aún, pero ellos están contigo hasta que tú hagas una entrevista, la pases y tengas tu propio trabajo. 

Resumiendo un poco, tú en España eras fisioterapeuta, tu novio consigue un doctorado allí, tú empiezas a estudiar finés, estudias unos meses, vas a Finlandia y ahora tienes los papeles en regla con tu ID finlandesa. Y ahora viene el Estado, te coge de la mano, te lleva a un curso para que aprendas más finés y además te asignan un tutor para que busques trabajo. Suena muy bien, ¿no? 

Suena demasiado bien, cuando me lo dijeron yo no me lo creía. 

¿Y cuáles son las condiciones económicas de todo esto?  

Eso depende también, lo tienes que hablar. Yo he tenido la suerte de que pude tener el Kela, la seguridad social de aquí, porque hay gente en la misma situación que yo y no la ha podido conseguir. Me han pedido varios papeles sobre de qué trabajaba yo en mi país, qué hacía exactamente, cuántas horas trabajaba, qué es lo que cotizaba… y según esto estoy esperando que me llegue una carta para saber qué es lo que voy a cobrar durante este tiempo que dure el programa. 

Además cobras por hacer todo esto. 

Exacto. Es que no me lo creo. Cuando esta chica que tuve la suerte de conocer me lo comentó, sinceramente pensaba que era imposible. 

Entonces Finlandia, como país, como sociedad, apuesta por ti, paga por ti los cursos, te da dinero para que tú te adaptes a la sociedad, te integres y luego, por supuesto, tú te conviertas en una profesional que viva allí y que pague impuestos. 

Exacto. 

¿Tú crees que en este pacto ganan todos? 

Sí, totalmente. Pienso que si tú a la gente que viene a tu país les ofreces estos programas para que puedan continuar trabajando de lo suyo o de lo que quieran, a la larga terminan ganando tanto el país como la persona que es inmigrante. Porque cuando te vas a otro país agradeces tener la oportunidad de poder trabajar y de poder formar parte de esa sociedad. 

¿Tienes algún plan a la larga?  

Lo que estoy viendo me está gustando mucho. No he visto la parte del verano, que pienso que me va a gustar más, pero realmente me gusta mucho el idioma. No es fácil, pero me gusta mucho lo poco que he estado viendo. Es una lástima pero por el tema del COVID no hemos podido viajar, no hemos podido hacer según qué excursiones o visitar según qué ciudades. Por lo poco que he visto me gusta y claro, no quiero hablar de qué pasará de aquí a 4 o 5 años cuando sólo llevo 4 meses. Pero me gusta lo que he visto y si mi pareja pudiese conseguir un trabajo aquí, según lo que pienso yo ahora, a mí me gustaría quedarme. 

Quizá ahora te toca estudiar mucho y adaptarte. Has pasado lo peor en cuestión de clima, que es el otoño-invierno y a partir de ahora hacia el verano, hacia la luz, hacia el verde y hacia los lagos donde se puede nadar…

Ay, sí, tengo muchas ganas, la verdad. 

Sobre el idioma, has comentado que es difícil, pero lo ves posible. 

Sí, cuando ya pensé en mudarme aquí, como sabía que tenía que estudiar este idioma intenté tomármelo lo mejor posible y pienso que si tú crees que puedes hacer algo es que realmente lo puedes hacer. Siempre he intentado ver este idioma como un idioma que es posible aprender y hablar. Es verdad que lleva su tiempo, es verdad que es difícil, pero no lo veo imposible. Realmente me gusta cuando oigo a la gente hablarlo, y me gusta estudiarlo. No sé, me gustan las palabras. Eso hace que estés un poquito más motivado para poder aprenderlo. Cuesta mucho, es muy diferente, no tiene ninguna raíz latina y es verdad que si hablan de un tema del que tú no has estudiado las palabras y las oyes por primera vez, no te vas a enterar de nada. Hasta que no estudias una palabra eres incapaz de entenderla. Pero conozco gente que en un año lo puede hablar, no muy fluido pero lo puede hablar, así que porqué no, estoy en ello. 

Como has avanzado bastante rápido con el idioma y con mucha motivación, ¿tendrías algún consejo para alguien que está empezando con el finés?

Yo no soy muy buena en los idiomas, pero me lo tomé con una actitud muy positiva , intentando buscar la facilidad para estudiarlo, intentando que desde un primer momento me gustase y, sobre todo, intentando preguntar a gente qué es lo que hacía para estudiar desde cero un idioma. Ir escuchando pequeños fragmentos cada día, ya sean noticias, canciones o lo que sea;  haciendo pequeñas tarjetitas y que te lo puedas ir estudiando o hacer esquemas… lo que sea pero sobre todo mirarlo con una actitud positiva y que realmente cuando te pongas a estudiar que tengas ganas de estudiarlo, no hacerlo por obligación. Porque si lo haces por obligación nada bueno puede salir de ello. 

¿Qué ves realmente complicado y qué ves fácil? ¿Cuáles son esos extremos en finés? 

Lo más fácil es que ellos pronuncian tal cual leen, entonces cuando lo oyes es más fácil entenderlo. Esto con el inglés no pasa. El otro extremo es que te estudias palabras, te estudias frases, te estudias los números, y cuando ellos hablan dicen cosas que no ves escritas. Y te dicen «sí, esto lo escribimos así pero cuando hablamos entre nosotros lo decimos de otra manera». Y piensas «me he estudiado los números de esta manera y ahora cuando hablan los dicen de otra». Pero es poco a poco ir acostumbrándose a esto. 

En el puerto de Helsinki, con la noria SkyWheel al fondo y junto al mar báltico congelándose.

Entonces, ¿cómo ves a los finlandeses? ¿cómo son? 

Realmente los finlandeses son muy hospitalarios, es una cosa que me gusta mucho. Pero lo que más me gusta es la puntualidad que tienen siempre, esto me fascina. También es verdad que cuando los conoces por primera vez, la gente es más reservada, un poco introvertida; pero a medida que los vas conociendo y vas hablando con ellos, no tiene nada que ver con eso. Te hablan, te preguntan, se interesan. No quiero decir que sea un mito, porque cuando vas por la calle la gente no te viene a hablar de primeras, es como que les cuesta un poquito más, pero una vez los conoces poco a poco se van abriendo. Les cuesta, pero se van abriendo. 

¿Te ha pasado alguna cosa sorprendente o hay algo que te haya sorprendido del país?

Llegué aquí justo después de Reyes, el 8 de enero, y fue cuando realmente vi que Helsinki estaba nevado. Una cosa que me impactó muchísimo fue un día que fuimos a caminar y vi que el mar se estaba congelando. Y esto es una cosa que nunca había visto. Y ver la playa y las olas, y ver cómo el hielo se va formando según las olas… Estuve como 15 minutos mirando porque no lo entendía. Me impactó pero me gustó muchísimo. Otra cosa que me sorprendió, es que llegamos a -24ºC con sensación térmica de -34ºC, y cuando salía el vaho al respirar se quedaba allí compacto, como si se solidificase, y entonces se iba lentamente. E ibas caminando y veías a la gente y cómo el aire que sacaban se iba quedando allí. Lo pregunté y me dijeron que sí, que cuando las temperaturas son tan bajas esto pasa normalmente. Estas dos cosas me impactaron muchísimo. 

Se te ve muy contenta. 

Estoy muy contenta. La verdad es que también tengo ganas de empezar a hacer el curso y empezar el programa. Me dijeron que tardarían unos dos meses y de momento estoy estudiando por mi cuenta, pero no es lo mismo que estar en un curso. También espero que pueda ser un curso presencial porque puedes aprender muchísimo más que online, pero bueno, en tiempos de COVID nunca se sabe cómo pueden ir las cosas. 

Comiendo lohikeitto, sopa de salmón y patata, en el restaurante Kappeli en Esplanadi (Helsinki).