
Cuando te apuntas a un curso y empiezas a aprender un idioma nuevo, tienes delante tuyo, metafóricamente hablando, una montaña. Para llegar a la cima, es decir, convertirte en un buen comunicador sin necesidad de usar otro idioma, es imprescindible que el camino quede libre de obstáculos innecesarios y que el aprendizaje sea fluido. Para que sea así, la mejor herramienta para avanzar con una lengua extranjera es tu lengua materna. ¿Por qué razones? A continuación explico mis puntos de vista.
Por Hannu Arvio
Eficacia
Al inicio, tu nivel comunicativo es prácticamente nulo. No entiendes nada, tampoco puedes expresarte salvo con gestos, dibujos o sonidos. A la vez, en clase, es necesario resolver eficazmente una enorme cantidad de dudas de gramática y vocabulario para poder llegar a ser un comunicador independiente en el idioma que estás aprendiendo. Imagínate, por ejemplo, que en una de las primeras clases de sueco sale la palabra kärlek (amor en español). Amor es un concepto amplísimo y es improbable que el profesor pueda dibujar o expresar gesticulando el significado de esa palabra, de manera que todos la entiendan bien con todos sus matices. Es mejor decir directamente que kärlek significa amor y continuar la clase ya usando la nueva palabra aprendida.

No dejar lagunas
Cuando estás aprendiendo un idioma, todo lo que dejas de asimilar desde el principio se va acumulando y convirtiendo en una mochila cada vez más pesada. Esa «carga» puede impedir que avances y es posible que provoque que dejes de estudiar y no logres tu objetivo. Para evitar las lagunas, la lengua materna es la herramienta perfecta. Cada matiz, malentendido, duda gramatical, pregunta se resuelve en un momento.
Entendemos a los compañeros de clase
Uno de los frutos más agradables de las clases es compartir experiencias, conocimiento, viajes, paisajes, dudas, preguntas, hacer amigos y, sobre todo, construir una comunidad que, sin un idioma en común, sería difícilmente posible. Además, ante las dudas sobre gramática o cualquier otro asunto, tu compañero de clase está allí para compartir sus conocimientos contigo.
La clase es para entenderla
En la clase se puede aclarar todo para, posteriormente, trabajar en casa y consolidar lo aprendido a través de los deberes, redacciones, proyectos y otros tipos de actividades que se hacen durante el curso. Si acabas la clase y quedas con las dudas, algo que puede suceder si estudias sin apoyo de tu lengua materna, los resultados del trabajo fuera de clase puede que no sean buenos, lo que significa que no estás aprovechando al máximo el curso.

…y más tarde, el español se va dejando al lado y desaparece
Cuanto mejor hayas construido la base del idioma que estés aprendiendo, más pronto las clases se pueden hacer en sueco, noruego, danés, finés o en islandés. El cambio del español a un idioma nórdico se hace paulatinamente y, en algún momento y casi sin que te des cuenta, estás estudiando un idioma nórdico en el propio idioma nórdico. ¿Cuándo ocurre? Depende del idioma. En el caso del sueco, el noruego y el danés, el cambio se produce entre los niveles A2 y B1. Durante el nivel A2 se va disminuyendo el uso del español para que, a partir del nivel B1, se utilice solamente como lengua de apoyo. En el aprendizaje del finés, debido a su complejidad, este cambio se produce un poco más adelante.