La mejor herramienta para estudiar un idioma es tu propio idioma

Cuando te apuntas a un curso y empiezas a aprender un idioma nuevo, tienes delante tuyo, metafóricamente hablando, una montaña. Para llegar a la cima, es decir, convertirte en un buen comunicador sin necesidad de usar otro idioma, es imprescindible que el camino quede libre de obstáculos innecesarios y que el aprendizaje sea fluido. Para que sea así, la mejor herramienta para avanzar con una lengua extranjera es tu lengua materna. ¿Por qué razones? A continuación explico mis puntos de vista.

 

Por Hannu Arvio

 

Eficacia  

Al inicio, tu nivel comunicativo es prácticamente nulo. No entiendes nada, tampoco puedes expresarte salvo con gestos, dibujos o sonidos. A la vez, en clase, es necesario resolver eficazmente una enorme cantidad de dudas de gramática y vocabulario para poder llegar a ser un comunicador independiente en el idioma que estás aprendiendo. Imagínate, por ejemplo, que en una de las primeras clases de sueco sale la palabra kärlek (amor en español). Amor es un concepto amplísimo y es improbable que el profesor pueda dibujar o expresar gesticulando el significado de esa palabra, de manera que todos la entiendan bien con todos sus matices. Es mejor decir directamente que kärlek significa amor y continuar la clase ya usando la nueva palabra aprendida.

 

En Institut Nòrdic el español es la lengua vehicular, que es imprescindible para iniciar con éxito el aprendizaje.

No dejar lagunas

Cuando estás aprendiendo un idioma, todo lo que dejas de asimilar desde el principio se va acumulando y convirtiendo en una mochila cada vez más pesada. Esa «carga» puede impedir que avances y es posible que provoque que dejes de estudiar y no logres tu objetivo. Para evitar las lagunas, la lengua materna es la herramienta perfecta. Cada matiz, malentendido, duda gramatical, pregunta se resuelve en un momento. 

 

Entendemos a los compañeros de clase

Uno de los frutos más agradables de las clases es compartir experiencias, conocimiento, viajes, paisajes, dudas, preguntas, hacer amigos y, sobre todo, construir una comunidad que, sin un idioma en común, sería difícilmente posible. Además, ante las dudas sobre gramática o cualquier otro asunto, tu compañero de clase está allí para compartir sus conocimientos contigo.   

 

La clase es para entenderla

En la clase se puede aclarar todo para, posteriormente, trabajar en casa y consolidar lo aprendido a través de los deberes, redacciones, proyectos y otros tipos de actividades que se hacen durante el curso. Si acabas la clase y quedas con las dudas, algo que puede suceder si estudias sin apoyo de tu lengua materna, los resultados del trabajo fuera de clase puede que no sean buenos, lo que significa que no estás aprovechando al máximo el curso. 

Creando una buena base con el español, se llega a usar rápidamente un idioma nórdico como única lengua en la clase.

…y más tarde, el español se va dejando al lado y desaparece

Cuanto mejor hayas construido la base del idioma que estés aprendiendo, más pronto las clases se pueden hacer en sueco, noruego, danés, finés o en islandés. El cambio del español a un idioma nórdico se hace paulatinamente y, en algún momento y casi sin que te des cuenta, estás estudiando un idioma nórdico en el propio idioma nórdico. ¿Cuándo ocurre? Depende del idioma. En el caso del sueco, el noruego y el danés, el cambio se produce entre los niveles A2 y B1. Durante el nivel A2 se va disminuyendo el uso del español para que, a partir del nivel B1, se utilice solamente como lengua de apoyo. En el aprendizaje del finés, debido a su complejidad, este cambio se produce un poco más adelante.

Un Lugar Nórdico: los 100 rincones más nórdicos del norte

Hace dos años, en Institut Nòrdic iniciamos una serie de publicaciones breves en redes sociales con la finalidad de compartir información de interés sobre rincones de los países nórdicos, a través de los cuales se puede entender un poco mejor en qué se parecen y en qué se diferencian nuestros vecinos del norte. Esta semana, la serie #UnLugarNórdico cumple números redondos. Ya son 100 lugares plenamente nórdicos sobre los que hemos escrito. 

Si en tu lista de deseos tienes un viaje a alguno (o varios) de los países nórdicos, o simplemente tienes curiosidad por conocer nuevos lugares, puedes encontrar inspiración para tu ruta en las 100 publicaciones de la serie. Algunos son destinos muy populares, pero también encontrarás rincones no tan conocidos pero igualmente interesantes.

Sònia Salvadó, enfermera: «en Suecia tenemos la sensación de estar protegidos»

Italia, Londres, Amposta y ahora Suecia. Sònia Salvadó, enfermera instrumentista oftalmológica en Tarragona y estudiante de sueco en Institut Nòrdic, no dudó cuando le surgió la oportunidad de marcharse con su familia a Suecia. En esta entrevista nos cuenta qué la motivó a embarcarse en este proyecto y cómo se están preparando para la mudanza. 

Por Hannu Arvio

Primera pregunta: naciste hace 47 años en Amposta (Tarragona). Has vivido en España, también en una parte de Italia, y desde Italia fuiste a Londres y volviste a Amposta. Durante este tiempo te has casado con un italiano y tuvisteis dos hijas (7 y 10 años) y ahora estás estudiando sueco para hacer las maletas e irte a Suecia. ¿Por qué Suecia?

(La oportunidad de ir a) Suecia llegó en medio de la pandemia. Yo soy enfermera y trabajaba en una casa para ancianos, era un momento muy difícil. Un compañero mío que es enfermero me contó que un compañero suyo, que es doctor, estaba trabajando en Suecia. Y nos contó sobre las buenas condiciones de trabajo, del respeto a nivel de profesión, del respeto a los niños y la buena conciliación familiar… Condiciones que hemos buscado en todos los lugares en los que hemos estado y que no hemos conseguido encontrar. Así que, ¿por qué no?

 

No habías encontrado una ubicación ideal con tu familia pero en el caso de Suecia ya tenías una recomendación. A partir de entonces, surge la idea y comienza el proyecto.

Como ya hemos hecho esto otras veces, lo primero fue buscar información fiable. Al final cada persona te cuenta su experiencia personal y puede ser que hables con alguien que lo ha pasado muy mal y luego hay personas que están maravillosamente. Escribimos a la embajada, me presenté como representante de la familia y ellos nos facilitaron unos cuantos enlaces donde encontrar más información sobre la vida en Suecia, y nos dijeron que era súper importante empezar a aprender la lengua. Esto es algo que yo he podido entender durante todos estos años en los que he trabajado en varios lugares y, sobre todo en mi profesión, la lengua es muy importante para adaptarse y trabajar con tranquilidad. Me hablaron sobre Institut Nòrdic, nos fuimos de vacaciones a Suecia a principios de septiembre y ya al volver me apunté (a un curso) para empezar a aprender sueco. No tenía un proyecto concreto, pero entendí que aprender sueco era la parte más importante y no me importó empezar con otra lengua.

Sònia con sus hijas Lunel y Brigith, y su marido Giancarlo Pasqualotto.

Ahora vas a empezar un curso de B1, que ya empieza a ser un buen nivel. Cuando empezaste a poner en marcha la idea de mudaros a Suecia, ¿también empezaste a dar pasos en el ámbito profesional para ir avanzando?

Sí. Como ya había tenido esta experiencia anteriormente contacté con Eures, que es un programa que pone en contacto a profesionales europeos para que puedan viajar y trabajar por toda Europa, y ellos me pusieron en contacto con personas de Suecia que buscaban empleados. Ya he tenido una entrevista de trabajo online a través de Eures y luego otra entrevista presencial. El programa Eures me está asistiendo para poder reconocer mis títulos (en el extranjero), saber con qué administración tengo que contactar para cada trámite, y también me han ayudado económicamente para poder hacer el viaje en el que hice la entrevista. Ahora estoy en contacto con la región Södermanland y también estuve en contacto con la región Kronoberg, pero la entrevista se puede hacer en Eskilstuna, que es la capital de Södermanland.

 

¿De qué depende que dentro de poco estés trabajando en Suecia?

De que obtenga el nivel C1 de sueco para poder inscribirme en el Colegio de Enfermería. En nuestra profesión (enfermería) necesitas poder entender y comunicarte bien porque tratas con personas en situación de vulnerabilidad porque están enfermas. Es obligatorio, es súper importante saber la lengua, y lo entiendo perfectamente. Me dijeron que con un nivel B2 ya podía conseguir un contrato de prácticas, sin responsabilidades en el trabajo, y que entendían que necesitaría estar allí para poder conseguir el C1, para poder hablar con más gente, ya que ahora solo hablo con mi profesora.

 

Dominas varios idiomas: español, catalán, italiano, inglés y ahora estás con el sueco. ¿Cómo ves el sueco como idioma?

Bueno, yo siempre he tenido facilidad para las lenguas, y confieso que cuando empecé el año pasado pensé: “bueno, uno más”. ¡Ay! Es complicado porque hay varias lenguas en mi cerebro que a veces se combinan, pero a la vez me ayudan porque hay varias similitudes.

 

Sobre todo en inglés y sueco.

Y también algunas cosas del italiano y el catalán. Parecerá tonto pero es así. Me lo tomo como una meta, una motivación. Una lengua no podrá conmigo. Y la verdad es que me gusta. Hay ciertos significados en sueco que explican conceptos que en español o italiano, que son lenguas muy trabajadas, no llegan. Y me gusta esto. Incluso he intentado escuchar algunas cosas en noruego y también entiendo algo. Así que el sueco abre un abanico de otros idiomas que es muy interesante.

 

Entonces ves bastante factible que en algún momento, pronto, te puedas comunicar en sueco. 

Sí, estamos súper convencidos.

 

Antes de esa recomendación, ¿habías pensado anteriormente en Suecia?

Los países nórdicos en general, para los países mediterráneos, son como una especie de ejemplo. Siempre hemos tenido noticias sobre la educación, el avance tecnológico, la vida respetando la naturaleza… y eso siempre ha sido como un eco. Pero en Suecia, en concreto, no. Mi marido ya había estado de joven y dijo que el lugar era precioso. Pero cuando uno tiene 20 años tiene otros objetivos cuando viaja. Suecia no había tenido importancia antes, pero la idea (de los países nórdicos) sí que estaba allí.

 

Después de dos viajes a Suecia, una entrevista online y otra presencial, estudiar sueco… ¿Habéis estado en invierno?

No, hemos estado en otoño.

En sus viajes a Suecia, Sònia ha intentado que la experiencia sea lo más parecida a vivir allí.

¿Ha cambiado tu idea de Suecia respecto a la que tenías antes?

Creo que ha ido a mejor. Estando allí nos hemos alojado en una casa y hemos intentado vivir como una familia: ir a comprar, usar medios de transporte… No se puede comparar, pero hemos intentado vivir como ciudadanos y no como turistas. Y ha sido muy positivo. Ahora que sé que el clima es muy malo y muy oscuro durante el invierno, no es algo que nos frene a intentar hacerlo. Por ahora hay más ventajas que desventajas. Ha mejorado nuestra opinión desde que hemos estado allí.

 

¿Qué ves de positivo en Suecia?

Para nosotros es muy importante la naturaleza. En una ciudad de 100000 habitantes como es Eskilstuna no te das cuenta de que estás en una gran ciudad (a parte del centro), porque hay mucha naturaleza y todo fluye mucho. Yo trabajo en Tarragona y es un caos entrar en la ciudad para trabajar. Y esa sensación de agobio allí no se percibe. Por ejemplo, hemos estado en el hospital y allí hay un silencio tremendo. Todo es muy fluido. Entiendo que habrá momentos de crisis pero nos parece una vida muy tranquila. Hay muchos parques para los niños y yo creo que tenemos la sensación de estar protegidos cuando estamos allí. Como que si vas a vivir algo vas a tener protección.

La conciliación familiar y la tranquilidad en Suecia son dos de los motivos por los que Sònia y su familia han emprendido este proyecto.

Supongo que teniendo hijas piensas más en cosas como la escolarización y su futuro. ¿Ves su futuro mejor en Suecia?

Sí, sí. Yo creo que a nivel de posibilidades de educación sí. El año pasado, la maestra de nuestra hija mayor nos convocó y nos dijo que quería hacerle unos test porque veía que podía tener posibilidades. Habíamos visto que era muy espabilada, pero los resultados de los test determinaron que tiene altas capacidades. Este caso, para el sistema educativo español, es un problema ya que no saben cómo atenderles. Necesitan recursos que aquí no pueden darles. Así que esto ha sido también un motivo muy importante para irnos y darles la educación que ellas quieran. Por ejemplo, si una de mis hijas me dice que quiere ser astronauta, yo creo que en Suecia lo podrá conseguir, pero aquí no. Esto ha sido muy motivador para tirar hacia adelante con este proyecto. Y también a nivel de liberación de la mujer, de roles más igualitarios, el concepto de la mujer en el trabajo. A mi me sorprendió mucho que mis 47 años no les supusiera un problema, cuando en cambio aquí sí lo es. Para ellos soy un recurso trabajado, que puede dar enseguida, y aquí no se ve así. 

 

Una profesional consolidada que puede aportar mucho en los próximos 20 años. 

Yo he ido a hospitales y me han dicho que no necesitaban a personal tan especializado.Y me sorprendió mucho porque sabemos que hay falta de enfermeras en todas partes.  

 

Como proyecto familiar para ti, para tu marido, para tus hijas… lo ves todo de forma muy positiva. Sin embargo, ¿crees que hay algo de vivir en Suecia que puede ser negativo? 

No sé… los mitos dicen (y seguramente prejuicios) dicen que son una sociedad muy cerrada, muy egoísta en el sentido de que no se abren mucho. He vivido alguna mala experiencia en este sentido en Londres, aunque sé que son dos “civilizaciones” muy diferentes, mentalidad nórdica, muy “egoísta”. Pero yo creo que vamos a romper mitos porque aquí, aunque seamos mediterráneos, la gente vive por sí misma y no por los demás. Esto es la única cosa que no me gustaría. Yo creo que podría superarlo, porque soy mayor, pero no quiero que mis hijas se encuentren con una “pantalla” de poco intercambio, aunque no creo que sea así, si no que tenemos muchos prejuicios. Algo así como que los mediterráneos somos muy “guays”, muy abiertos, y que allí la gente es cerrada, que va del trabajo a casa. No he vivido esto (cuando he estado en Suecia). Hemos ido por tiendas, por restaurantes, por parques y hemos conseguido hablar con otras madres, otros padres… Sobre todo padres, hay muchos padres en los parques de Suecia, más que aquí, algo que también es muy positivo. Y con estas personas hemos podido hablar, intercambiar opiniones… Es como todo. Habrá gente más cerrada y otra más curiosa. 

A parte de esto, también está el hecho de que haya tanta oscuridad en invierno. Pero yo creo que esto lo superaremos, no es algo que nos pueda tirar hacia atrás. 

Otra cosa es que tenemos familia aquí y nuestros padres ya son mayores, es decir, que pudiera haber algún problema de salud que nos retuviera aquí.

 

Tu futuro profesional como enfermera en Suecia. ¿Cómo lo ves? ¿Qué ventajas puede tener comparado con España? 

Yo creo, en mi caso, que es muy importante la conciliación familiar. Aquí para poder cuidar a tu hijo enfermo tienes que pedir permiso, te hacen sentir mal porque no vas a trabajar y sobrecargas a tus compañeros… Creo que allí están organizados para estas situaciones porque forman parte de la vida. Igual que si tienes un anciano a tu cargo.

 

De hecho, por ley puedes.

Esto nos da mucha tranquilidad. Yo solo espero haber entendido bien que a partir de cierta edad tienes más tiempo libre y puedes disponer de más vacaciones, tienes ventajas en las pensiones… Creo que como mínimo van a respetar el contrato firmado. Aquí a veces firmas un contrato y luego haces otras cosas, más horas, etc. Aquí nunca he tenido un contrato que se respetara de principio a fin. Empiezas bien pero a medida que pasa el tiempo se van acumulando horas, tienes que trabajar horas extra de forma habitual, no puntual, y si no lo haces estás mal visto, algo que no entiendo por qué es así, pero sucede. Calidad de vida, en general.

 

Digamos que lo que buscas es calidad de vida profesional.

Sí, calidad de vida profesional que luego se refleja en tu vida personal y familiar.

La naturaleza también juega un papel muy importante en el proyecto de esta familia.

¿Qué opinan tus amigos y familia?

Mi familia está acostumbrada a que les dé estas noticias, pero ellos no me dicen ni bien ni mal. Es “lagom”, como se dice en Suecia: ni mucho ni poco, ni bien ni mal. 

 

No intervienen

No, pero ellos están contentos con mis logros y supongo que entienden los motivos. Pero como ya he cambiado muchas veces, no les sorprende mucho, es casi como una costumbre para ellos. Y mis amigos de verdad tampoco se han sorprendido. La mayoría de nuestros conocidos nos dicen que nos admiran, pero que ellos no serían capaces de hacerlo.

 

¿Por qué razón crees que te dicen que no serían capaces de hacerlo?

No lo sé, supongo que es complicado cambiar de vida e irse a otro país con niños, aprender un idioma nuevo y ponerse a prueba. Porque al fin y al cabo, al irte a otro país siempre tienes que demostrar quién eres y esperar que lo que tú eres vaya bien allí y exponerte a la prueba. Es salir de tu zona de confort al 100%.

 

Tú ya has hecho esto varias veces: primero a Italia, luego a Londres y de vuelta a España. ¿Qué has aprendido del proceso de trasladarte que te pueda servir en el proyecto en el que estás ahora? 

Que siempre hay un mal momento al principio en el que lo pasas muy mal y parece que no podrás superarlo, pero siempre pasa. Es como una tormenta, tienes que aguantar duro y pasará, te acostumbrarás de alguna manera. Siempre acabas encontrando “almas gemelas”, gente que te ayudará muchísimo y se quedará siempre contigo. Por ejemplo, yo puedo decir que tengo amigos desde hace más de diez años en Italia que, aunque haga mucho que no nos vemos, cuando nos encontramos es como si hubiéramos quedado la tarde antes. No sé si es que yo he sido mujer en un país donde no se ha valorado mucho a las mujeres, y siempre tiendes a pensar que no serás capaz de hacer algo, pero cuando lo consigues te sorprendes. Ahora, además, están mis dos hijas, así que la situación es diferente a las otras veces. Será mucho más complicado, y tú puedes sufrir cosas pero no quieres que las sufran tus hijos. Vamos a aprender muchas cosas esta vez.

Lunel y Brigith están casi más entusiasmadas que sus padres por su nueva vida en Suecia

¿Tus hijas qué opinan?

Ellas están muy emocionadas, para ellas no hay problema, quieren ir, y es que cuando hemos estado allí ellas han estado maravillosamente. Supongo que es porque nos oyen hablar y les hacemos ver que allí hay cosas que van bien y que aquí no. Mi hija pequeña, la primera vez que fuimos a Suecia tenía 5 años y decía: “mamá, es que aquí no hay cacas de perro por las calles”.  Una niña de 5 años se sorprendió y cogió esto como una cosa muy positiva, entendiendo que allí viviríamos en un lugar limpio y ordenado. Supongo que mis hijas están en una edad en la que como vamos a hacer esto juntos, piensan que si los padres deciden hacer algo porque es positivo ellas se sienten protegidas.

 

¿Qué le diría a alguien que está pensando en lanzarse a un proyecto como el tuyo? 

Yo les diría: “¿qué pierdes?”. No pierdes nada, siempre ganas. Cuando yo he cambiado de país nunca he pensado que perdía Italia o Londres, porque lo que se tiene que quedar, se queda. Yo he vuelto después de 12 años a Italia, después de 10 años a Londres, y he encontrado gente con la que me he abrazado. Así que ¿qué pierdes? No pierdes nada. Ganas una lengua nueva, experiencias que te acompañarán, y en el trabajo seguro que aprenderás muchísimo, y siempre puedes volver. Nosotros vamos a coger una excedencia en el trabajo y ya está. No tenemos hipoteca porque no queremos estar ligados económicamente a ningún sitio. Dejas una casa y a tu familia momentáneamente, pero en realidad solo vas a ganar y siempre puedes volver atrás si sientes que no puedes. Tienes la posibilidad de empezar de nuevo aquí, que será un poco más fácil con la experiencia y lo mucho que habrás aprendido sobre tí y tu capacidad de superar problemas. 

Aprender sueco pasa por los bosques de Suecia (sin olvidar la gramática, por supuesto)

Por Anna Puig de la Bellacasa Svensson

Cuando estudiamos un idioma diferente a nuestra lengua materna, tendemos a centrarnos primero en las normas gramaticales, el vocabulario, la pronunciación… Pero a veces es necesario ver el idioma desde otra perspectiva para entenderlo mejor. 

El universo particular del sueco acumula naturaleza, por ejemplo en los nombres propios y en los apellidos. Alguien puede llamarse Björn (oso) o Stig (sendero) y apellidarse Bergman (hombre de la montaña ), Lindgren (rama de tilo) o Grankvist (ramita de abeto).

Quien tiene curiosidad por el idioma seguramente conozca esa querencia por la naturaleza que tienen los suecos y que se hace extensible al resto de países nórdicos. Es un buen comienzo para adentrarnos en la aventura que supone aprender un idioma y que nos permite empezar a entender algunas de esas ramificaciones de las que hablábamos. Sin ese conocimiento de la naturaleza los habitantes del norte no hubiesen sobrevivido. El estudiante que empiece se irá dando cuenta de esta y de otras particularidades relacionadas con la cultura sueca.

¿Pero qué hay de la gramática? ¿Y de la pronunciación? ¿Es el sueco un idioma difícil? Son las preguntas que los estudiantes plantean con más frecuencia.

La respuesta dependerá de cuál sea la lengua materna del alumno y de qué otras lenguas domine. En el idioma sueco hay palabras de origen alemán, francés y, especialmente en época reciente, inglés. Los préstamos se suelen adaptar a la ortografía sueca. Así, cuando queramos referirnos a una butaca hablaremos de fåtölj, adaptando el vocablo francés fauteuil, y cuando hablemos de un correo electrónico escribiremos mejl, adaptando el vocablo inglés email.

Retomemos, pues, las preguntas planteadas y veamos a continuación algunas de las características principales del sueco:

 

Los verbos

El sistema verbal nos parecerá sencillo ya que carece de desinencias personales.

Así, el verbo arbeta (trabajar) lo conjugaremos sin realizar ningún cambio según el pronombre, por ello se hará imprescindible incluir el sujeto.

  • Jag arbetar (yo trabajo) 
  • Du arbetar (tú trabajas)
  • Han arbetar (él trabaja)
  • Hon arbetar (ella trabaja)
  • Vi arbetar (nosotros trabajamos)
  • Ni arbetar (vosotros trabajáis)
  • De arbetar (ellos trabajan)

Para formar los tiempos verbales, al imperativo le añadiremos las terminaciones que correspondan, de nuevo sin cambios según el sujeto.

 

Los sustantivos

Existen en el sueco dos géneros gramaticales, conocidos como forma en (utrum) y forma ett (neutrum).

No podemos saber si una palabra es en o ett, pero hay algunas pistas. Por ejemplo, la mayoría de los seres vivos serán palabra en.

El sustantivo determinado se pospone colocando el artículo -en o -ett (en el caso de neutrum con una sola ‘t’, detrás del nombre).

Veamos algunos ejemplos:

  • En katt – katten (un gato – el gato)
  • Ett hus – huset (una casa – la casa)

También nos encontraremos con múltiples ejemplos de palabras compuestas, algunas curiosas. A continuación un breve listado con la palabra en sueco, la traducción literal y por último el significado de la palabra):

  • Grönsak (verde+cosa): verdura.
  • Ordbok (palabras+libro): diccionario.
  • Glasögon (vidrio+ojos): gafas.
  • Gräsmatta (hierba+alfombra): césped.
  • Sjukhus (enfermo+casa): hospital.

 

Los adjetivos:

Los adjetivos cambian según el número y el género del sustantivo al cual acompañan. En el caso del neutrum añadiremos una t, y en el caso del utrum no realizaremos ningún cambio:

  • Ett fint hus (una casa bonita).
  • En fin soffa (un sofá bonito).
  • Si el adjetivo acompaña a un sustantivo en plural, añadiremos una a:
  • Fina hus.
  • Fina soffor.

A este breve esbozo deberemos añadir las formas irregulares del adjetivo.

 

La pronunciación:

El reto se encuentra en el hecho de que el sueco tiene más vocales que el español y que se pueden pronunciar largas o cortas. El alfabeto sueco consta de 29 letras, 9 de las cuales son vocales (a, e, i , o ,u, y, å, ä, ö).

Como norma general se pronunciarán largas cuando vayan seguidas de una única consonante y cortas cuando le sigan dos consonantes. La pronunciación es uno de los puntos en los que es necesario incidir más. Esa diferencia la podemos observar en las siguientes parejas de palabras, en que la primera se pronuncia larga y la segunda corta: glas-glass (vidrio-helado), sil-sill (colador-arenque), tak- tack (tejado-gracias).

Al comienzo de nuestro aprendizaje es importante exagerar la duración de las vocales y practicar con frecuencia.

Como se puede observar, la diferencia entre palabras es mínima pero el significado varía enormemente, de ahí la importancia en la pronunciación.

También nos encontraremos con grupos de consonantes, es normal encontrarnos con sílabas que empiezan y terminan con una o más consonantes, como por ejemplo la palabra svensk (sueco).

 

Este es un breve resumen de las características del sueco. Volviendo al inicio de este texto, a la naturaleza y sus huellas en la lengua no puedo dejar de nombrar el lugar en el cual un sueco preferirá estar cuando necesite un momento de relajación: se trata del ‘smultronställe’, literalmente ‘lugar de las fresas salvajes’ y que se refiere a cualquier sitio donde uno se siente bien y tranquilo, como una cala escondida o una cafetería resguardada del bullicio. Quizás el lugar perfecto para tomar la decisión de adentrarnos en el aprendizaje del sueco.

 

 

Sesiones informativas cursos 2022

¿Te interesa estudiar algún idioma nórdico en Institut Nòrdic?

Si es así, no te pierdas las sesiones informativas online que ofreceremos en enero. Además de dar a conocer las diversas lenguas nórdicas, también servirán como presentación del funcionamiento de las clases en Institut Nòrdic.

Horarios:

  • Martes 4 de enero a las 20h

Las sesiones son gratuitas, totalmente online a través de Zoom y puedes apuntarte a la que quieras. Puedes inscribirte aquí.

Si te perdiste la sesión que ofrecimos el 17 de diciembre, ¡ya puedes verla en nuestro canal de Youtube!

Además, ya puedes consultar en nuestra web los horarios para los próximos cursos online de sueco, noruego, danés, finés e islandés, que comenzarán a partir de la semana del 10 de enero.

¡Ábrete camino hacia el norte con la garantía de Institut Nòrdic! 🙂

Empieza el año 2022 aprendiendo un idioma nórdico


Ya está disponible en la web toda la información y la inscripción abierta para los cursos semi intensivos de danés, finés, islandés, noruego y sueco, que comenzarán a partir de la semana del 10 de enero.

 

Cursos semi intensivos

Idiomas: sueco, noruego, danés, finés e islandés.
Nivel: A1
Fechas: enero – junio.
Duración: 22 sesiones (cada sesión 1h 45m). Islandés: 23 sesiones.
Precio: 425€ + material
Evaluación: continua.
Inscripción: abierta hasta el inicio del curso o hasta completar las plazas.
Clases online a través de Zoom.

 

Cursos intensivos de sueco

Niveles: A1 y A2
Duración: 20 sesiones en 4 semanas
Precio: 405€ + material
Evaluación: continua
Inscripción: abierta hasta el inicio del curso o hasta completar las plazas
Clases online a través de Zoom

Grupos:

  • A1 A – del 07/02 al 04/03. Clases de lunes a viernes de 10 a 11:45h
  • A1 B – del 14/03 al 08/04. Clases de lunes a viernes de 16 a 17:45h
  • A2 A – del 25/04 al 20/05. Clases de lunes a viernes de 16 a 17:45h

 

El entorno didáctico online incluye todos los elementos que evolucionan y adaptan el aprendizaje a las necesidades actuales, conservando fielmente la filosofía de Institut Nòrdic.

 

Próximamente: sesiones informativas
Ya está disponible en la web toda la información y la inscripción para las sesiones informativas sobre los semi intensivos, que tendrán lugar el 17 de diciembre y el 4 de enero. Inscríbete aquí.

 

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Amelia Pérez, informática: «el concepto del fika es algo que estoy interiorizando mucho en mi día a día»

Amelia está estudiando sueco para poder comunicarse mejor con sus compañeros de trabajo.

Esta alicantina trabaja con nórdicos en una “miniescandinavia” en Torrevieja, España. Está muy contenta con las condiciones laborales y se ve a ella misma cada vez más nórdica. Sus estudios de sueco van viento en popa. La gramática le parece sencilla.

Por Hannu Arvio.

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