Durante la pre entrevista me comentaste que, en el medio de tanta naturaleza, los humanos sois como intrusos allí.
Sí, efectivamente.
¿Cómo afecta eso a vuestro día a día?
Sí, somos conscientes de que vivimos en un sitio que es único, que es intocable. Que en realidad somos los extraños y en el hábitat en el que vivimos tenemos que afectar de la menor manera posible, tener un impacto que sea el menor posible. Y además, teniendo en cuenta que la flora y la fauna, los osos polares en concreto, son animales que pueden llegar a ser peligrosos. Eso afecta a nuestra logística a la hora de salir o planear alguna excursión, a los científicos que salen a tomar muestras en los glaciares o en el océano. Siempre tenemos que ir, por precaución y por seguridad, con una pistola de bengalas y un rifle. Todos estamos formados para usar de forma segura ambas armas, por nuestra seguridad, por la de los demás y por la de los osos polares.
Los osos polares están protegidos y está prohibido dispararles o matarles. En caso de que hubiera un accidente, el gobernador de Svalbard abriría una investigación para esclarecer si realmente había necesidad (de disparar) o peligro. Los animales están protegidos. Nunca he tenido que usarlo (el rifle) estando fuera de excursión, afortunadamente. Sí que he visto huellas de osos polares, y es cuando realmente te das cuenta de que están allí. Nosotros no les vemos pero seguramente ellos a nosotros sí. Pero regularmente hacemos prácticas también del uso del rifle para estar preparados porque es un sitio donde hace mucho frío, puede hacer mucho viento y tenemos que estar un poco entrenados en caso de necesitarlo. No suele ser el caso, aunque la semana pasada, antes de que llegáramos nosotros, hubo tres osos polares comiéndose una foca en el río que pasa por Ny-Ålesund, y se veía perfectamente desde la oficina. Mis compañeros decían que era como tener un documental en directo.
En la ventana. ¡Qué interesante!
Sí, impresionante. Son animales impresionantes los osos polares.
He leído que Ny-Ålesund ha sido también base de expediciones, Roald Amundsen por ejemplo. ¿Tú tienes una parte de exploradora, también, en tu carácter?
Sí, un poco sí. Un poco todos. No tan valientes ni aventureros como los exploradores árticos, noruegos e internacionales. Amundsen con su zepelin y varias expediciones partieron de aquí, y eso se respira también en el ambiente de Ny-Ålesund. Los edificios están protegidos, son “cultural heritage” (patrimonio cultural). Tenemos el Amundsen Villa, desde donde se lanzó el zeppelin. Convivimos con esa mirada al pasado, tratando de protegerlo.
Hablando del pasado, quería dar un giro y hablar del futuro. Se habla mucho del cambio climático y de su impacto en el Ártico. En tu caso, en tu corta historia en el Ártico, que son 9 años, ¿lo has notado?
Se aprecian diferencias, sobre todo en el deshielo de los glaciares. En la aceleración del deshielo de los glaciares. El ecosistema, la Tierra en general, es un sistema cambiante que evoluciona continuamente y hay cambios, que de hecho los científicos aquí se dedican a monitorizar y seguir. Lo que está claro respecto al cambio climático es que hay una aceleración de estos procesos. Siempre ha habido cambios pero, de un tiempo hacía aquí, estos cambios se están acelerando de forma incontrolada. De hecho, este año la temporada de nieve ha acabado un mes antes que el año pasado. A corta escala puede no significar nada. No hay que confundir el tiempo meteorológico con el cambio climático, pero los números de toda la historia desde que se tienen medidas, indican que esos cambios existen. Yo, personalmente, el glaciar que está detrás de Ny-Ålesund, está a la mitad de lo que era cuando estuve aquí por primera vez. Vemos fotografías históricas, pero incluso en un plazo entre el 2011 y el 2014, se puede ver que los glaciares se están retrayendo muy rápido.
Y eso se está acelerando.
Sí. El año anterior se alcanzó el récord de temperatura en verano. Se llegó a los 21º durante un par de horas. Nunca se había alcanzado esa temperatura, que aquí en el Ártico es un valor extremo. Este año se ha superado el récord de temperatura máxima en el mes de mayo. Este año en mayo ha habido 9º, cosa que antes nunca había pasado. Esto son indicadores y, evidentemente, lo que es importante es la serie temporal, el largo plazo, ver cómo evoluciona y tratar de predecir cómo va a ser esto. Y las estadísticas y los números, que no dependen de lo que yo piense que es buen tiempo o mal tiempo, indican que este cambio se está acelerando y que va en un sentido que es de calentamiento, con lo que ello implica: subida del nivel del mar, cambio de la salinidad de los océanos… algo que afecta a los ecosistemas marinos y que, a su vez, afecta también al resto de fauna que depende de estos ecosistemas: osos polares, focas… Si el número de focas disminuye, los osos polares tienen menos comida. Si el área de placas de hielo disminuye, que es donde los osos cazan, también tienen menos comida. De hecho, los científicos están estudiando ahora que los osos están “aprendiendo” nuevos métodos para cazar focas sin hielo, lo cual es bastante impresionante, la capacidad de adaptación. Pero si no fueran capaces de adaptarse, como nos puede pasar a los humanos, si no somos capaces de adaptarnos a ciertas temperaturas o ciertas condiciones…