Helga Mjöll Oddsdóttir: “Los catalanes y los islandeses compartimos el vínculo de la lengua”

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«Es difícil de explicar qué es un islandés. En un nivel somos muy modernos, pero en otro nivel, el resto del mundo es algo nuevo para nosotros.»


Helga Mjöll Oddsdóttir
es profesora de islandés en Institut Nòrdic. Nació en Akureyri, Islandia, pero vive desde hace un año en el barrio de Gracia de Barcelona. Helga está encantada con vivir en Gracia, ya que se parece mucho a su pueblo en Islandia, en el que todos se conocen.

¿En Islandia todavía se cree en elfos?
No todo el mundo, pero es una creencia respetada. La mayoría de la gente no lo cree, pero se respeta la cultura alrededor de esta idea.

¿Tú eres de las personas que creen o de aquellas que respetan?
Yo lo respeto, pero creces con todas estas historias y fábulas desde pequeño y aunque en algún lugar de tu mente racional piensas que esto no es verdad, también hay algo que te dice, quién sabe…

¿Es difícil para la gente que no es islandesa, comprender la naturaleza de Islandia?
Lo que sí es difícil de explicar es qué es un islandés. En un nivel somos muy modernos, pero en otro nivel, el resto del mundo es algo nuevo para nosotros. Tenemos muchas cosas de las que estar orgullosos, pero también hay muchas otras en las que todavía somos naïve.

¿Sois gente inocente en un mundo moderno?
Sí, esto explicaría, por ejemplo, el colapso que sufrió el sector bancario hace poco tiempo. Quizá nos vino de la creencia de que nos sentimos los únicos en el mundo exterior, que nada nos va a poder conquistar.

¿Si te comparas con la gente de Barcelona, te ves diferente?
No realmente. Creo que en la superficie diferimos un poco, pero en el fondo todos somos los mismos.

¿Durante cuánto tiempo has estado viviendo en Barcelona?
Durante un año.

¿Echas de menos Islandia?
Echo de menos algunas cosas, la naturaleza, definitivamente. Es como una sensación física, que al reencontrarla sabes que era aquello exactamente lo que te estaba faltando.

¿Has vuelto a Islandia desde que te fuiste a Barcelona?
No, después de llegar aquí todavía no. Lo primero que haría si regresara es ir de camping, allí lo llamamos útilega. Soy de Akureyri, en el fiordo de Eyjafjörður, así que me gusta el norte, es el lugar perfecto para ir en verano. Hay un bosque, Kjarnaskógur, cerca de Akureyri, en el que sentimos que los árboles pequeños capturan el viento y se crea una calidez especial.

¿Qué te hace estar feliz, aquí, en Barcelona?
En primer lugar, me gusta mucho la gente de Barcelona, creo que son muy generosos. Tengo dos hijos en la escuela y los padres han sido muy amables conmigo. La cultura de la calle también me gusta, que puedas pasear por la noche gracias al buen clima. Y en Gracia dónde vivo me siento casi como en Akureyri, te encuentras con la misma gente. Es el tamaño perfecto para nosotros.

¿Tienes planteado quedarte por mucho tiempo aquí?
Nunca sabes cómo va a ser el futuro, pero de momento no tenemos planteado volver.

Tu trabajo aquí es especial, es el único lugar en España dónde se puede estudiar islandés. ¿Cómo te sientes?
Realmente no había pensado en esto, ahora me siento especial. Cuando les explico a mis amigos islandeses que enseño islandés se preguntan por qué hay gente interesada en aprenderlo aquí en Barcelona.

¿Y tú por qué crees que pasa?
A veces creo que los catalanes y los islandeses compartimos el vínculo de la lengua, sabemos qué es hablar un idioma que no todo el mundo conoce. La razón mayoritaria por la que la gente estudia islandés no es práctica, en general lo quieren aprender por simple curiosidad.

¿Y sobre el lenguaje, crees que el islandés es un idioma complicado?
No diría que es fácil, pero creo que es cuestión de no tener miedo de hablarlo, tienes que lanzarte, no siento que sea más difícil que el resto de los idiomas.

¿En Islandia se habla alguna otra lengua a parte del islandés?
Sí, casi todo el mundo habla inglés también, y danés, noruego o sueco. Alemán algunos pocos. Es difícil encontrar alguien que sólo hable islandés.

¿Cómo es posible que el islandés sea una lengua que se haya mantenido tan “pura” a lo largo de los años?
Creo que esto es porque Islandia es una isla, estuvimos aislados durante mucho tiempo. Los otros países escandinavos, al contrario, están cercanos unos con otros. Y nosotros sentimos un gran respeto por nuestras sagas y escritura, somos buenos en adquirir palabras nuevas – como las tecnológicas – y transferirlas al islandés. Tenemos un comité para las nuevas palabras, un comité para poner el nombre de los hijos… no puedes nombrarlos como tú quieras, tienes que seguir unas reglas. Puede resultar extraño, pero esto nos ha ayudado a seguir con la misma lengua durante tanto tiempo.

¿Podrías decirnos algún ejemplo?
La palabra móvil, por ejemplo, es una palabra que en casi todos los países es igual, en islandés es Farsími, completamente distinto. “Sími” significa teléfono y “far” distancia, por lo que se podría traducir como un teléfono a distancia.

¿Crees, entonces, que la política para proteger la lengua en Islandia ha tenido éxito?
Sí, pero esto es posible porque también sabemos otras lenguas, y el islandés lo empleamos para comunicarnos entre nosotros. Estamos orgullosos de nuestra lengua.