Carlos de Cozar, cineasta “En Finlandia cuando uno habla, los demás escuchan”

carlosCarlos de Cozar, productor y director audiovisual, vive en Finlandia desde hace un mes junto con su mujer finlandesa. Esta va a ser su segunda estancia en Finlandia tras su paso por Institut Nòrdic, y ahora lo ha hecho con el propósito de asentarse y tener un proyecto familiar. Carlos asegura que en su sector España cuenta con buenos profesionales, pero que es en Finlandia dónde ve más posibilidades de futuro profesional. Para él, provenir de un lugar mediterráneo tiene ciertas ventajas a la hora de encontrar trabajo de su campo en Finlandia.

¿Por qué has vuelto a Finlandia?

La primera vez que fui a Finlandia estuve allí dos años trabajando, después regresé a Barcelona intentando hacer lo mismo que en Helsinki, pero no lo conseguí. Lo que yo quería era trasladar a Barcelona la estabilidad profesional y económica que tenía en Helsinki ya que queríamos empezar a montar una familia a corto plazo. Son muchas cosas, ninguna de ellas es la causante de que nos fuéramos a Finlandia otra vez, pero si las juntas, te provocan una sensación de estar un poco cansado.

¿Hubo algún acontecimiento en concreto que colmara el vaso?

Sí, fueron dos cosas. Primero un día en que intentamos tramitar el tema del matrimonio y la funcionaria nos explicó todo lo que teníamos que presentar. Mi novia tenía que hacer una declaración jurada, enviar un documento en Madrid, esperar tres meses a que contestaran… aquel día nos volvimos locos. En segundo lugar, las ofertas de trabajo que salían no eran de mi campo, en una oferta buscaban gente experta en siete programas de diseño y de vídeo, esta persona tenía que ser capaz de presentar trabajos en plazos imposibles con un salario de 900 € al mes. Fue un cruce entre la parte emocional y amorosa y la parte profesional. En esta situación decidimos venirnos a Finlandia e intentar recuperar lo que ya conseguí la primera vez que me fui.

¿Ves mejor el tema de la familia y tener hijos en Finlandia?

En Barcelona yo no tengo ventajas en ningún campo que me pueda ayudar o beneficiar respeto a mi pareja en nuestro proyecto familiar. En cambio, el hecho de que ella sea finlandesa sí que le da ciertas ventajas. Somos una pareja joven con pocos recursos y mi relación con Finlandia siempre ha sido buena, tengo gente aquí y eso me facilita un poco el regreso. La primera vez que me fui fue un poco a la aventura, pero en esta ocasión ya voy con pareja, sabiendo cómo es la gente y conociendo un poco el idioma.

La primera vez fuiste a Finlandia con dos amigos a buscar trabajo a la aventura. ¿Lograste encontrarlo?

Sí. La primera vez que fui a Finlandia tardé dos semanas en encontrar trabajo, fue en una agencia de diseño. Me quedé con ellos hasta el último momento de marcharme.
Supongo que esta segunda vez va a ser de alguna manera más fácil porque ya he estado trabajando en Helsinki y esto, quieras o no, da seguridad a un empresario.

¿Hablando del empleo… son buenos para trabajar, en Finlandia?

Para trabajar Finlandia es ejemplar, al menos en los sectores en los que yo me muevo: del diseño gráfico, el vídeo o la fotografía. En Finlandia cuando hablas te escuchan y si envías un mail lo leen. Para dar a conocer mi trabajo en Finlandia hice un vídeo de presentación y las pocas empresas a las que he enviado el vídeo ya lo han visto. En España en cambio el vídeo que envié ni lo han abierto.

¿Sobre el mundo audiovisual, destacarías alguna diferencia entre el estilo nórdico y el español?

Sí, son muy diferentes. En la publicidad España gana a Finlandia. En España intentamos siempre ser más linces que el consumidor, la parte psicológica la veo más avanzada y en relación a la técnica también veo que cuidamos más la fotografía, el diseño gráfico y la producción de vídeo. El estilo finlandés es minimalista. Pero aunque sea así tienes más oportunidades de integrarte en un equipo y más futuro en Finlandia que en España. Hay más talento en España, pero se paga menos por él y se respeta menos.

¿Por qué crees que en Finlandia te escuchan?

Yo creo que es una cuestión cultural. A un niño español no se le enseña a respetar el turno de palabra, si quieres creerte el mejor te lo crees. En Finlandia cuando uno habla los demás están acostumbrados a escuchar, asimilar lo que está diciendo el otro y luego hacer la réplica. Yo recuerdo perfectamente las reuniones que teníamos en Helsinki, eran muy ordenadas y nadie interrumpía. En España tenemos marcada mucho la jerarquía y está anclada a un sistema empresarial desfasado, de los años 50. Finlandia en este sentido es más moderna, tiene una estructura horizontal.

¿Eso me hace pensar que a pesar de que los finlandeses sean callados, tímidos y hablen poco, de hecho, son más comunicativos?

Sí, el finlandés mide sus palabras pero cuando tiene algo que decir lo dice. En cambio, el español en general habla por hablar. Porque quiere ser escuchado, llamar la atención… sólo hace falta ver una entrevista en la televisión española. Los finlandeses son más tímidos y callados pero tal vez en un primer contacto. Una vez empiezas a hablar con ellos ya no hay diferencia entre un español y un finlandés.

Carlos y Charlotta recién casados en Helsinki

Carlos y Charlotta recién casados en Helsinki

¿Qué vas a echar de menos de España?

Obviamente voy a echar de menos la familia y los amigos, pero también los pueblecitos de Cataluña, los paisajes, la historia… yo soy mucho de la naturaleza. Luego ya vendría el clima que en Finlandia es más agresivo en invierno que en verano. Y la comida, en Finlandia no hay la misma cultura que en España detrás de la comida, la gente cuando queda para tomar algo es siempre para tomar cervezas. En España unas aceitunas, unas patatas, unas bravas… en Finlandia la cosa está más simplificada.

¿Qué pretendes hacer a partir de ahora en Finlandia?

Un plan que ya estamos iniciando es el proyecto familiar. En apenas dos semanas ya nos han dejado casarnos cosa que en España se prolongaba meses. Ahora lo que buscamos es que ambos encontremos estabilidad profesional y una vez arrancados veremos el tema de ser padres y asentarnos. La idea es estar aquí y que nuestros hijos nazcan aquí. Que sean trilingües, que ella les hable en finés, yo en castellano, y el inglés cuando toque. La idea es darle a nuestro hijo lo mejor de ambos países.

Cortometraje La Terapia de Víctor de Carlos de Cozar:

www.carlosdecozar.com